sería enamorada de un recuerdo
o de un encuentro que nunca sucedió.
Si viviera,
sería colgada de una lágrima
marchita de alegrías secas.
Si viviera,
podría buscarte
aunque no supiera donde.
Si viviera,
sin vértigo del futuro,
sin vergüenza del pasado.
En un presente
que abandona el subjuntivo
¡ay, si viviera...!
Pero no vivo.
los lamentos de los difuntos son los mas desgraciados, nunca son escuchados.
ResponderEliminarTu poesia siempre logra inspirarme, sigue asi.
Lena