miércoles, 6 de agosto de 2014

Soneto de la dulce queja

Tengo miedo a perder la maravilla 
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo miedo de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tu eres el tesoro oculto mío, 
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío, 

no me dejes perder lo que he ganado 
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado. 

Sonetos del amor oscuro 
Federico García Lorca




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