jueves, 28 de junio de 2012

Hey, stoopid, what are you trying to do?

Me senté en un sofá destartalado. Ella me miró y yo no tuve más remedio que imitarla.
Sobre sus ojos pude ver lo que me decía, sin necesidad de que nada saliese de su boca: porque yo ya sabía para qué requería mi presencia. 

—Ya sabes lo que has hecho...
—Sí...—logré balbucear, bajando la mirada. 
—¡Mírame a los ojos! Lo que voy a decirte es importante.—dijo, impasible. 

Tenía los brazos cruzados y estaba de pie, justo enfrente de mí. Su mirada y su voz me aterraban.

—Escucha —prosiguió, tras un incómodo silencio— sabes que lo que has hecho está mal. No puedes ir haciendo esto, no podemos... ¿Quién piensas que eres? y ellos, ¿quiénes crees que son? También tienen sentimientos, ¿sabes? como nosotras.

Una lágrima rodó por mi cara, tan rápida que pensé que no la percibió. Pero su rastro húmedo seguía perceptible sobre mi tez. Se sentó a mi lado y, con un tono más afable, continuó hablando:

—Tú ya sabes lo que sientes, lo que sentimos... y sabes lo que ellos sienten. No lo destroces todo por algo que no tienes claro ni tú. Y yo en esto no te puedo ayudar más... 

Me rodeó entre sus brazos. Noté en mi mentón las yemas de sus dedos, que querían subir mi cabeza (lo que no costó mucho esfuerzo) hasta que mis ojos, que veían todo a través de cristales acuosos, se toparon con los suyos... que también lloraban.




1 comentario:

  1. Mola! , pero... no lo pillo del todo, ¿qué es lo que hizo el chico que estba tan mal? NO me aclaro en eso. Pero me gusta como lo has escrito *.*

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