de risas inquietas, de vergüenza en las esquinas,
de tormentas, de pisadas donde pisas.
De sonrisas avergonzadas si por casualidad me miras,
de caricias olvidadas, de disculpas ahogadas,
de palabras.
de abrazos rechazados que no volverán nunca,
de sombras taciturnas.
De besos robados que no existieron,
manos enlazadas sin saber qué están haciendo.
Dudas, miedo.
Todo esto hemos dejado en una ciudad,
en poco tiempo.
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